La silla vacía: una narrativa de derecha

Una característica de la postura política de derecha es establecer como criterio de oposición el disenso. En otras palabras «Si no estás conmigo, estás contra mí».

Opina - Informativo

2020-11-22

La silla vacía: una narrativa de derecha

Columnista:

Claudio Mera 

 

El 17 de noviembre de 2020 La silla vacía comenzó un hilo explicativo de un conjunto de portales con una línea editorial que cuestiona a los medios tradicionales, «así como hace algunos años se tejió una telaraña de portales de derecha en Colombia».

Lo primero que me1 salta a la vista es la afirmación gratuita que cité al principio. Dar por cierto que fue de la misma manera, es asumir una gran cantidad de elementos porque sabemos, en la medida que más información se hace pública, que esa telaraña de la derecha fue directamente financiada por grupos económicos y personas interesadas en promover intereses políticos entre la población.

Mientras que este medio periodístico, como otros medios independientes, han surgido principalmente por la incomodidad de ver la misma narrativa siempre, evitando incomodar a ciertos grupos económicos, sin molestar al establecimiento y muy a pesar de que es información relevante para la vida social de Colombia, con el vacío que queda de esas perspectivas críticas sobre los hechos para mejorar sobre nuestro ejercicio democrático: votando bien y vigilando también.

Otro aspecto de la molestia frente a la actualidad nacional es que hay realidades materiales para sentir preocupación, para necesitar informarla sin depender de quienes la están causando y hacerlo desde otra perspectiva. Por eso, puede percibirse como contraposición a los medios tradicionales y al Gobierno, pero eso no quiere decir que se haga parte de una agenda de ningún político; de hecho, no es así como afirma la silla vacía, ni siquiera de manera accidental. La situación es que en la arena política hay un principio elemental: no se le puede ganar a algo por malo que sea, con nada.

“La izquierda ve que será el nuevo gran medio de la derecha”. Esa noción de la izquierda deja mucho en que pensar; pensar mal de la capacidad de discernimiento de quien elabora el hilo explicativo, porque el comportamiento de los conatos de izquierda en Colombia y Latinoamérica ha comprobado muchas dificultades para consolidar algo que se pueda identificar como un partido o grupo que pueda considerarse como uno solo.

Lo que sí me parece la joya de la corona en la secuencia de afirmaciones gratuitas es la polarización de Gustavo Petro. La frase ha sido el ejemplo paradigmático de las cabezas visibles de los partidos de derecha en Colombia y por eso afirmo sin sonrojarme que La silla vacía se ha apropiado de esa narrativa de derecha, como si lo anterior no fuera suficiente.

Como se puede apreciar en la imagen, en el hilo de Twitter se aclara que hay medios digitales que no publicitan a Petro y otros sí, pero que «pueden resultar siendo funcionales a la estrategia que él (Petro) tiene de polarizar al electorado». Y aquí la presunción sobre la estrategia del otro, y la capacidad de lograr una «polarización» sobre la cual se ha debatido ampliamente en redes sociales y se ha examinado principalmente desde una perspectiva: son los medios tradicionales los que han buscado demonizar la figura de Petro en sus entrevistas e intervenciones. Ambas suposiciones caen en el terreno de lo altamente improbable de comprobar, por decir lo menos y en palabras muy amables.

Ahora bien, eso no excusa las fallas de carácter que pueda tener la persona misma de Gustavo Petro, pero también como he opinado anteriormente, no se trata de votar por un rostro o nombre, el objetivo es elegir el programa de gobierno más conveniente para la comunidad en la cual estemos. Siendo pragmáticos el o la candidata, una vez en el cargo, puede ser víctima de la calamidad, así que el programa de gobierno debe primar sobre cualquier decisión.

Para concluir, quiero establecer mi posición al respecto. Petro no es de mi agrado personal pero las nociones del proyecto de gobierno que presentó anteriormente sí. Aún queda por analizar mucho de lo práctico para llegar a varios objetivos que había allí y si cambiará para futuras oportunidades algún programa que se emita desde el colectivo de Colombia Humana, porque no lo podemos llamar partido político; sin embargo, como contraposición a la propuesta del uribismo siempre lo elegiré, incluso si eso significa aceptar algunos riesgos.

1 En una columna de opinión en cualquier medio periodístico sobra decirlo, pero me parece importante resaltarlo aquí: siempre escribo bajo mi propio criterio, ideario y perspectiva.

 

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Claudio Mera
Lector asiduo, estudioso de la administración y la gestión, consultor, docente universitario, cocinero y ejecutivo administrativo. Las opiniones pretenden mostrar una postura lógica.