La polarización, dos extremos: izquierda y derecha

Los colombianos ahora creemos en los nombres, estamos inmersos en el populismo, si decimos que votamos por el de mejores propuestas y más factibles, estamos incurriendo en una falacia, votamos por el que nos endulce más el oído.

Opina - Política

2018-05-27

La polarización, dos extremos: izquierda y derecha

La Polarización, dos extremos: izquierda y derecha, uribismo y petrismo. Ese es el ambiente que se vive políticamente en nuestro territorio nacional. Las personas estudiosas del tema, plantean que esta es la figura que estamos viviendo en la víspera de las elecciones presidenciales. Y es que si nos detenemos en nuestro diario vivir y nos tomáramos el tiempo para analizar nuestro ambiente político, esto es sin lugar a dudas, lo que nos vamos a encontrar al finalizar el análisis retrospectivo de nuestra vida política actual.

Hay dos polos; así como la carga negativa y la carga positiva, así como todo en la vida, pues en nuestra política no podía faltar esa conformación.

Por un lado (la derecha, ahora supuestamente centro) podemos encontrar “al patrón”, al aún aclamado por sus súbditos presidente, al doctor Álvaro Uribe Vélez, ser que desde que culminó sus mandatos se ha dispuesto a seguir en el Poder Ejecutivo, por medio de cuerpos ajenos, situación que no se pudo lograr en su primer intento con el actual presidente de nuestra Nación Juan Manuel Santos (ya sabemos que este lo traicionó), empresa que tampoco se pudo lograr en su segundo intento con el doctor Zuluaga (este no pudo llegar al poder), pero ahora hay que tener mucho cuidado, porque por las calles se rumorea que la tercera es la vencida.

Para las elecciones tendremos que esperar a ver qué pasa con su tercer y, ojalá, último intento, Iván Duque, actual candidato presidencial por el Centro Democrático o que es lo mismo por el uribismo.

Pero para resumir este lado de la política colombiana, tenemos que plasmar que esta postura ha sido la principal promotora de la polarización que vivimos actualmente, criticando de manera discriminatoria, humillante y descarada, todos aquellos ideales que vayan en contra de los pensamientos surgidos por su líder, el doctor Álvaro Uribe.

Ahora, el protagonismo se lo daremos al lado de izquierda o, mejor dicho, al petrismo, movimiento referido a aquellas personas que creen que porque su candidato es de izquierda va a llegar a ser un cambio en Colombia en todos  los campos que él menciona, pueda que el cambio se logre, nunca hay que ser pesimista, pero la situación es bastante compleja y difícil, cuando alguien que se proclama diferente en el ambiente político termine rebajándose a utilizar los discursos que implementan una polarización y una agravación a este suceso, así como los usan los de la derecha.

Eso no es querer cambiar la situación actual del país, eso es ser uno político más del montón. Al señor Petro le faltó ceñirse ciegamente a su primera impresión dada, la de un candidato diferente al resto, la de una persona que no solo es de izquierda, sino que no se rebaja a las pretensiones del otro bando, ni de ningún otro, un candidato que no hiciera polarización, un candidato que solo se dedicara a mencionar propuestas factibles, pero no lo hizo, se perdió en el inmenso mar de la política y ahora es uno más.

Nuestro país está inmerso en una batalla política mediocre y personalista, en la cual las personas ya no creen en las ideologías de los partidos políticos y es aceptable que ya no lo hagan, porque está claro y, la historia lo demuestra, que en la época bipartidista no se mostró una gran diferencia entre los dos partidos militantes y ahora con la cantidad de partidos que hay, menos se puede demostrar.

Los colombianos ahora creemos en los nombres, estamos inmersos en el populismo, si decimos que votamos por el de mejores propuestas y más factibles, estamos incurriendo en una falacia, votamos por el que nos endulce más el oído, un ejemplo claro, es que no importa si Duque tiene mejor propuestas que Petro, votaremos por Petro porque él no es un títere de Uribe, y no votaremos por Petro solo por el hecho de ser de izquierda.

Esa es nuestra política, mediocre; y este es nuestro pueblo, un pueblo en el cual no sabemos elegir presidentes, y en el cual nos dejamos llevar por el que diga las cosas que queremos oír.    

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Farid Castilla Hernández
Estudiante de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, creyente de las libertades e igualdades.