La incoherencia de los sectores políticos cristianos

Si por gracia se encuentra algún símil entre las escrituras y este templo que es Colombia, esta plutocracia que lo profana, estos líderes herejes que lo corroen; sea entonces la oportunidad para oír el clamor de un pueblo que busca su redención, cuya sangre corre por cuenta de los látigos del Estado.

Opina - Política

2021-06-05

La incoherencia de los sectores políticos cristianos

Columnista:

Camilo Pérez Montoya

 

Difícil de entender resulta la afinidad de los sectores cristianos evangélicos con el statu quo, cuando Jesús luchó constantemente por una renovación del sistema de valores de su época. Sin embargo, el comportamiento del pueblo de Dios se repite a lo largo de la historia: lo que en principio nace como una antiética, bandera de los marginados y necesitados, se convierte en el pensamiento predominante y se olvida de su carácter popular originario. Tal fue el caso de la antigua aristocracia judía y su afinidad con la helenización que emprendió Alejandro Magno o la simpatía con la monarquía persa, tal es el caso de los políticos cristianos colombianos y su defensa férrea del Gobierno y sus instituciones.

En la moción de censura adelantada en el Congreso de la República contra el ministro de Defensa, los siete senadores que representan a movimientos cristianos protestantes votaron en contra del juicio político a Molano por los crímenes cometidos por la fuerza pública en el marco del paro nacional: John Milton Rodríguez, Eduardo Emilio Pacheco y Édgar Palacio de Colombia Justa Libres; Ana Paola Agudelo, Aydeé Lizarazo y Carlos Guevara de MIRA; y Emma Claudia Castellanos de Cambio Radical.

La base electoral de estos congresistas se viene formando juiciosamente desde hace treinta años, cuando Castellanos creó el Partido Nacional Cristiano y fue elegida como la primera senadora cristiana de la historia del país. Para el 2018, año en que ocuparon sus curules, sus electores rondaron los setecientos mil. Sin embargo, sus posturas frente a los hechos de violencia policial, las vías de hecho y el reclamo justo del pueblo en el último mes delatan cierta incongruencia con los postulados cristianos, orientados al bienestar del oprimido y la justicia de los pueblos.

Incongruencia misma que demostró Pacheco, el único de los siete que utilizó la intervención en el debate de la moción, al citar la jurisprudencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en materia del deber ser del accionar de las Fuerzas Armadas y señalar la necesidad de que se judicialice a los responsables de los crímenes en el marco de las movilizaciones, para luego votar en contra del que sería el primer paso en la responsabilización y reconocimiento de los delitos contra la ciudadanía.

Una desconexión similar con su ideario prueba el discurso que Castellanos, pastora de la Misión Carismática Internacional, ha manejado durante todo el paro. Días antes del 28A, pronunció en sus redes sociales su inconformidad con la reforma tributaria, si bien calificó de inconveniente el paro y aseveró en Twitter que era «el peor momento para parar». Desde entonces, ha dedicado más de una treintena de tuits a condenar las vías de hecho, los bloqueos y a hacer llamados al ejercicio de la autoridad para restablecer el orden. Cantidad de menciones que resulta cuantiosa frente al escaso par de tuits donde vagamente lamenta la violencia policial, luto que se deja sentir más en su pronunciación acerca de la cancelación de la Copa América: «La Copa era una oportunidad para traer turismo, empleo, reactivación económica… Necesitamos unirnos para salir de esta crisis», señaló en un tuit.

Rodríguez, también pastor, reconoce más abiertamente las víctimas del abuso de la autoridad, señaló en entrevista para KienyKe que el paro «era una bomba social que en cualquier momento se veía explotar» y muestra una actitud más abierta al diálogo con los jóvenes, aun cuando su copartidario Palacio votó en contra de escuchar a las víctimas en la moción de censura. Incluso así, el senador cae en el mismo juego de la derecha de responsabilizar a fuerzas políticas de izquierda por incendiar las movilizaciones y denunciar supuestas infiltraciones en la protesta. La moción la halló como un mero «populismo legislativo» y desconoce que era la oportunidad para que el Gobierno ofreciera el perdón que exige para las víctimas.

Por su parte, cercana al silencio es la posición que ha tomado el partido MIRA frente a los asesinatos cometidos por agentes del Estado. Agudelo, Guevara y Lizarazo promueven en sus redes el llamado que hace su partido a la lógica contemplación del diálogo como camino a la concertación y solución. «Como ciudadanos además de derechos, tenemos el deber de convertirnos en actores activos en la búsqueda de soluciones comunes», declaró Agudelo en el medio El olfato. Se quedan cortos así en un rechazo tajante a la desbordada actuación de los policiales y se respaldan en una posición que falla en no buscar las bases del camino que pretenden: la rendición de cuentas por parte del Gobierno de una represión desmedida contra la protesta social.

Es buen tiempo, pues, para recordar que recién entrado Jesús a Jerusalén, indignado y con látigo en mano, destruyó el comercio que mercaderes habían instalado en el templo. Con vehemente celo reclamó el sacrilegio que cometían los intrusos oportunistas contra la casa de Dios: «¡ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones!», narra Lucas en su evangelio. Su acción directa incomodó a los líderes religiosos, temieron el poder de ese nazareno que socavaba las bases de su religión calada de aristocracias serviles a los intereses del Imperio.

Si por gracia se encuentra algún símil entre las escrituras y este templo que es Colombia, esta plutocracia que lo profana, estos líderes herejes que lo corroen; sea entonces la oportunidad para oír el clamor de un pueblo que busca su redención, cuya sangre corre por cuenta de los látigos del Estado; pero que cada noche, ante la sorpresa de sus verdugos resucita, insurrecto, para que su causa viva por los próximos siglos.

A los líderes cristianos, sería la oportunidad de invitarles a un replanteamiento de sus prioridades políticas, de reconsiderar los intereses que defienden, a examinarse conforme a su creencia y hallar la dirección hacia la que deben mover su servicio. ¿De qué lado están?

 

Fuentes:

Análisis de la crisis social en Colombia con John Milton Rodríguez

https://www.elolfato.com/el-dialogo-es-el-camino

https://twitter.com/carlos_guevara

https://twitter.com/AnaPaolaAgudelo

https://twitter.com/aydeelizarazoc

https://twitter.com/EmmaClaudiaC

Moción de censura al ministro de Defensa, Diego Molano

https://lasillavacia.com/quienesquien/perfilquien/emma-claudia-castellanos

 

( 3 ) Comentarios

  1. ¡Que chimba!
    Gracias, no había leído algo sobre la posición y la legitimación de los y las cristianas frente al terrorismo de Estado.
    ¡Abrazos!

    • Pues, nada que les hiciera llamado de atención a sus prioridades y coherencia ético-política.

  2. Muy bueno que hagan saber a los lectores cuál es la tendencia cuando gente «influenciadora» mezcla su inclinacion religiosa con política. Ahora, no se estigmatice a TODA la comunidad evangélica tan solo porque éstos venden sus principios.

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Camilo Pérez Montoya
Estudiante de Comunicación Social–Periodismo. Vivo por el cine, la música y el placer metafísico del arte. Escribo para crear puentes entre realidades y sentir propio el lugar del otro.