“La gente de bien” y sus medios

Opina - Medios

2016-12-11

“La gente de bien” y sus medios

En Colombia la justicia es muy buena escrita en el papel pero no se cumple en la realidad. Por eso, lamentablemente, toca acudir a las redes sociales para impulsar su actuación. Gracias a estas tecnologías relativamente nuevas, es que se ejerce presión social, sobre todo en casos aberrantes como el de la niña Yuliana (QEPD).

Alguien dice «es que las redes no sirven», pues creo que SI sirven, por ejemplo: si no hubiese sido por ellas hasta ahora no conoceríamos al monstruo de «familia prestante» que cometió ese crimen horroroso. Algún usuario de Facebook subió su foto, se esparció por todo el ciberespacio y el país y el mundo supieron su identidad, que pretendía ser ocultada o pasar desapercibida por los medios privados.

Aún recuerdo que en uno de éstos decían que «no revelaban su nombre por no entorpecer la investigación”, se limitaban a denominarlo como un “reconocido arquitecto». Me imagino que si el criminal fuese un familiar lejano o algún conocido de Petro, Cepeda u otro militante de izquierda, el retumbe mediático de ese hecho (el de familiaridad o amistad) hubiese sido de dimensiones titánicas, relegando incluso a segundo plano el abominable feminicidio.

Pero bueno, en esta oportunidad  y “desafortunadamente” para los privados, a  este execrable hecho no había manera de relacionarlo directamente con algún militante político de los sectores opositores a los de los dueños de la prensa privada, pero como era un acontecimiento de indignación generalizada (con justa razón) y por tanto era el tema mediático del momento,  entonces no desaprovecharon  para extrapolarlo con el proceso de paz. La perfecta ocasión, la perfecta oportunidad.

RCN se dedicó a escarbar en los archivos, los dolorosos hechos de la guerra como son las violaciones y abortos sucedidos dentro de la organización Farc, incluso dedicó una emisión completa del programa La noche a este tema.

Estos delitos para nada son menores, pero aprovechar una inmensa tragedia como el crimen contra Yuliana, irrespetar el dolor de una familia y capitalizar  la indignación  de la sociedad para sacar réditos políticos y atacar el proceso, es una maniobra inescrupulosa y digna de la más bajeza humana posible, más aún cuando ni siquiera sitúan en contexto que la violencia sexual es un síntoma de la degeneración de la guerra, obedecida entre otras razones, a lo extenso de su duración (60 años) o por la desprotección de la niñez por parte del estado, o por la visión machista que rige esta sociedad y que muchos como Ordóñez defienden.

Tanto las  Farc, fuerzas militares y para-estatales (paramilitares), se han visto envueltos en este tipo de vejámenes, incluso fuerzas armadas extranjeras como las de las bases militares gringas, las cuales Uribe aceptó gustoso en este país, violando nuestra soberanía y dignidad y a las que no se les puede juzgar por ninguna actuación bajo ningún punto (1). A esta obscenidad Uribe no la encasilla en su repetitiva palabra: impunidad; es más, ni se pronuncia con respecto a tales sucesos.

Para RCN y sectores como el uribismo únicamente son condenables las actuaciones delictivas de las Farc, más no las de las otras fuerzas involucradas en el conflicto, ya que estas últimas ni siquiera se nombran, haciendo gala de la nauseabunda doble moral que caracteriza tanto a esta parcializada y perversa prensa como a dicho sector político.

Para nada les importa las víctimas, lo que les interesa es que a las Farc se les odie y así no obtengan el respaldo popular que los lleve al poder, ya que eso significaría el declive de esas élites plutocráticas. Por eso la paz y la elección política de sus líderes, les resultan tan incómodas a estas oligarquías.

El manejo mediático que se le ha dado a este doloroso hecho es antiético y les ha llegado como anillo al dedo a los oportunistas carroñeros, pero no es al único que se le ha aplicado esta vil táctica, es casi un lineamiento en sus salas de redacción y en sus oficinas políticas;  hace escasos días con el siniestro del avión que transportaba al Chapecoense sucedió lo mismo: la directora del noticiero RCN, Claudia Gurisatti, ordenaba  twittear un trino que rezaba: “La aerolínea Lamia, propietaria del avión que sufrió accidente, tiene un pasado cuestionado por sus relaciones con funcionarios chavistas” (2). Burdamente trataba de relacionar la prominente catástrofe aérea  con el chavismo, bueno, el sectarismo es más que evidente, es descarado pero además torpe.

Sintetizando y sintiendo tristeza al decirlo: para los sectores poderosos dueños de esa prensa privada, no son prioridad las víctimas, es prioridad el rating (traducido en dinero) que genera esta tragedia y muchas otras, así mismo, es prioridad manifiesta el atacar a quienes amenazan su enquistada y tradicional permanencia en el poder económico, político y estatal. “Matamos dos pájaros de un solo tiro”, deben haber pensado estos que se autoproclaman “gente de bien”. La prensa privada colombiana es el reflejo de la ética de sus dueños y de la de sus círculos socio-políticos y económicos.

Ese término de «gente de bien» debería abolirse en la sociedad colombiana, me parece medieval, retardatario, clasista y excluyente además de falso y dogmático, pues gente de bien es quien hace el bien, no quien posee fuertes sumas de dinero. Les recuerdo que gracias a  esa «gente de bien» es que estamos como estamos, porque son ellos quienes nos han gobernado desde que se creó esta república, o alguien que me recuerde: ¿Ha existido en Colombia un gobierno popular? En 1948 casi llega uno pero lo asesinaron y con ello germinó la guerra que apenas en estos días, parece empezar a terminar (3).

No es criticable el hecho de ser rico, pero sí lo es la forma como lo logran, y ¿es que  acaso lo han hecho empobreciendo al pueblo?, ¿acaso por medio de políticas neoliberales que privilegian a los poderosos y oprimen a los pobres?, o ¿eternizándose en el poder a través de bastas generaciones familiares de herencia política corrupta?, o ¿desfalcando las arcas públicas de la nación?, ¿desplazando campesinos para apropiarse de las mejores tierras de Colombia?, ¿entregando a precio de huevo los copiosos recursos naturales a potencias extranjeras?, o ¿exterminando a la oposición para que no se vean afectados sus “negocios”? Nooo, ¡qué va! Esas serían actuaciones impensables en ellos, la gente prestante, la de la tacita de té y en vajilla china en casa de conchita, pepita o tutinita; la gente de las partidas de golf en el Country Club, la de los cocktails en el Nogal, la del Learjet o el helicóptero en la hacienda y los equinos de paso fino. Ellos jamás actuarían así, si ellos son de este país  los “buenos muchachos”, ¡“la gente bien”!

 

(1) http://www.elespectador.com/noticias/judicial/soldados-de-eeuu-violaron-ninas-colombia-y-grabaron-abu-articulo-558724

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12129581

http://justiciaypazcolombia.com/Ninos-violados-y-asesinados-por-el

http://www.eltiempo.com/politica/justicia/violaciones-de-hombres-al-mando-de-don-berna/16765086

(2) https://twitter.com/NoticiasRCN/status/804026797482508294

(3) https://es.wikipedia.org/wiki/Bogotazo

 

 

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C. Arteaga
Un joven del común, preocupado por la situación, económica, política y social de nuestro país. Activista político en redes por el despertar de la consciencia colectiva de la sociedad colombiana. “Que nadie, mientras sea joven, se muestre remiso en filosofar, ni, al llegar a viejo, de filosofar se canse. Porque, para alcanzar la salud del alma, nunca se es demasiado viejo ni demasiado joven.” –Epicuro