Impuesto cero

El problema no es solo que roben, ya en el actuar civil nos tienen acostumbrados a ello. Lo jodido del asunto es que ahora también pidan más.

Opina - Economía

2020-02-19

Impuesto cero

Columnista: 

Douglas Infante

 

Las palabras que titulan esta columna, son las que a los ricos y políticos les gusta ver en sus declaraciones de renta. Qué puede ser mas horrible que el presidente de la República, los miembros de su Gobierno, su bancada, los congresistas, los hombres más adinerados paguen poco o nada en una Colombia tan sufrida, tan desigual.

Cada vez que escucho esas frases del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, en las que afirma que, no estamos pagando mucho en impuestos, es el resonar contundente de la leguleyada y falta de respeto de un Gobierno triste, casi adolescente, que como muchos personeros de colegios prometieron Jean Day todos los viernes y piscina en el patio de la institución, para las clases de educación física.

Irrespetuosos, abusivos y degenerados. Pero cómo es posible que sean tan parásitos, se sabe que muchos políticos llevan más de 40 años viviendo de la nación, favoreciendo a la clase élite y actuando bajo el “convivir” de hacerlo con mano firme y corazón grande. Cuán engañados nos tenían. Claro, tantas reformas económicas hechas en este país, pero con el mismo patrón, los mismos beneficiados y, por supuesto, la misma víctima de siempre: el desamparado “pueblo colombiano de a pie”.

Después de esto qué va pasar, nada, qué va a suceder si son ellos quienes controlan todas las esferas del Estado, las legales y las ilegales, aquellas en secreto de todos, bajo mucho silencio. Lo controlan todo y, mientras nos destruimos directamente en redes, en las calles no sucede nada, qué puede suceder si Colombia fue un país malo, imagínese Polombia, el recién creado país donde todo está bien en el imaginario de ellos. Seguimos manteniendo esa clase política tan corrupta, hacemos oídos sordos como sociedad a todo lo mal que está haciendo y no cambiamos nuestra manera social de vivir y de increpar a nuestros dirigentes. ¡No estamos en nada!

En los años que tengo de entender que esto no está funcionando, siempre escuché que los que reclamamos los derechos, las injusticias, que marchamos, que nos oponemos al maltrato social de las clases menos favorecidas, nos llenamos la boca diciendo: ahí van los mamertos, los comunistas, pero el tiempo nos dio la razón. Son ellos los que, gritando, injuriando y amenazando, evaden impuestos, se roban los presupuestos estatales, los contratos, convenian negocios con privados y, además, piden marmaja por los favores realizados, actúan como “comunistas”, todo para ellos sin el menor esfuerzo, esquema de seguridad, gasolina, medicina prepagada, celular, todo regalado y cero pesos, qué belleza mis “capitalistas bananeros”.

El problema no es solo que roben, ya en el actuar civil nos tienen acostumbrados. Lo jodido del asunto es que ahora también pidan más. Por qué la necesidad impoluta de ser tan avaros, por qué no permitir que salgamos del tercer mundo, con lo que se roban de manera fraudulenta podríamos hacer tanto bien, por toda la sociedad civil se disminuiría el actuar corrompido e ilegal de los menos favorecidos, tendríamos mejor salud, mejores vías, mejor educación, mejores empresas, mejores industrias, tantas mejoras.

De verdad, soñar con una Colombia ideal es tan lindo, que me desvivo por sortear estos impases cotidianos de nuestra realidad y disfrutar de todo eso, como por ejemplo, que el Estado sirve, que las funciones hacen cumplir la ley y rigen con autoridad, qué lindo sería todo ello, pero ahora mientras hacemos posible que todo esto suceda, debo invitarlos a todos a que replanteemos la forma de hacer gobierno, la cual no nos lleva por buen camino y hace de las calles un polvorín y desata lo peor.

Necesitamos mejorar, unirnos, sacarlos del poder por las vías de derecho, destrozarlos en las urnas, establecer un Gobierno transparente; con razón no querían publicar sus declaraciones de renta. La DIAN, de verdad, qué institución tan repugnante, cómo es posible permitir semejantes vejámenes. Debería hacer una revisión profunda de esas declaraciones, además, surgir un proyecto de ley y que los loados señores empiecen a asumir sus gastos, porque todo de la teta del pueblo, como que no aguanta. No aguantamos más impuestos cero.

 

Fotografía: cortesía de Alexas_Fotos.

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Douglas Infante
Colombiano, estudiante de humanidades, trabajador. Interesado en la paz, la historia, la verdad y la reconciliación.