Gobierno Duque, de error en error

Los errores no son solo de comunicación, como han querido hacerlos ver algunos. No, señores, son problemas de gestión, de gerencia, de capacidad para administrar una nación. Claro que si el capitán del barco es el que comete los errores, pues es difícil pedirles a los demás que sean idóneos.

Opina - Política

2019-08-17

Gobierno Duque, de error en error

Autor: Mauricio Galindo Santofimio      

 

En estos tiempos de balances y de calificaciones para el Gobierno, que el pasado 7 de agosto cumplió un año, son muchos los analistas y los puntos de vista que uno encuentra. Pero, teniendo en cuenta que un gobierno no es solo el presidente y la vicepresidenta, sino sus ministros y los directores de departamentos administrativos —en lo que tiene que ver con el poder ejecutivo—, sería impublicable esta columna, por su extensión, si nos dedicamos a enumerar, uno por uno, los desaciertos de esta administración.

Entonces vamos por partes. Para nadie es un secreto que muchos de los ministros del despacho, si bien han cumplido con su leal tarea de ser escuderos del jefe de Estado, también lo es que varios de ellos, quizás por pasarse de escuderos, han caído en el terreno de la lagartería y, por ello, han cometido errores imperdonables que en un país serio ya les habría costado su puesto.

En ese orden de ideas, vale la pena mencionar ciertos casos apoteósicos de absoluta improvisación en varios campos, y de total muestra de incapacidad para dirigir los designios de un país.

El que gana el premio mayor en inutilidad es el ministro de Defensa, Guillermo Botero, que siendo un gran comerciante, debió haberse quedado en su gremio o haber aceptado, está bien, un ministerio, pero precisamente el de Comercio.

Botero debió haberse hecho el de la vista gorda con el sector que lideró y haberse dedicado a asesorar a Duque en la compra de productos dañinos para el país, como el glifosato, o algo así, que es lo que le gusta.

Pero no, decidió aceptar una cartera en la cual no tiene ni la más remota idea de lo que hace, y por eso sale, con mucha frecuencia, a decir disparates como que la inseguridad es solo porque se están robando la ropa de los colgaderos o que una persona mutilada murió en un forcejeo, o que Colombia le ha torcido el pescuezo al narcotráfico, por citar solo algunos casos.

Tamaños despropósitos lo han convertido en el hazmerreír de toda una sociedad y, me imagino, de los miembros de la Fuerza Pública.  A ese ministro ya es hora de que el presidente Duque le dé las gracias y lo mande a descansar.

Para el Ministerio de Defensa hay personas muy capaces que, con toda seguridad, harían un maravilloso trabajo. El general Rafael Colón Torres, por ejemplo, excelente militar en retiro, conocedor, como nadie, de los intríngulis de las Fuerzas Militares y de la Policía, y un colombiano ejemplar que, pese a las críticas de muchos de sus compañeros, le apostó y le sigue apostando a la paz, como varios analistas le han recomendado a Duque. Como él, hay varios que desarrollarían una impecable labor en un ministerio que requiere de un conocedor y no de un personaje que cause risa.

En otros frentes el panorama no es mejor. O qué decir de la enorme metida de pata de la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, cuando casi le hace pagar al país más de 1 billón de pesos, pero que, gracias a la valiente denuncia de María Jimena Duzán en una de sus columnas, por fortuna se lograron salvar.

O la ministra de Trabajo, Alicia Arango, que dijo no saber qué hacer con la reforma pensional o el titular de la cartera de Hacienda que también afirmó, sin sonrojarse, que no tenía idea de las acciones a emprender frente al desempleo.

La ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, no se queda atrás en ineficiencia. No haber podido sacar adelante en el Congreso proyectos claves como la Reforma Política o la Ley Anticorrupción, no habla bien de ella.

Ricardo Lozano, uno de los buenos nombramientos del presidente Duque, también ha caído, quizás por andar en un Gobierno que va mal, en errores imperdonables. Decir, como lo dijo en abril de este año, que Colombia no le está ganando la guerra a la deforestación, no es realismo y entereza al reconocer problemas, sino falta de capacidad para ponerle freno a ese lío. Porque los problemas todos los sabemos, pero lo que queremos es que quienes nos dirigen, los solucionen.

 

Caricatura cortesía de: @Jrcaricaturas

 

Del canciller es mejor no hablar mucho. Es otro hazmerreír y es una lástima, porque uno sí pensaba que era una de las figuras moderadas y sensatas del uribismo, pero no, resultó gritón, arrogante y con un inmenso desconocimiento del manejo de las relaciones exteriores.

Su cerco diplomático, ordenado por el jefe de Estado (cree uno que fue él quien lo ordenó, pero no sabemos…), resultó ser, no un cerco, sino un circo pobre sin mucho que mostrar. Fuera de eso, las constantes denuncias de “mermelada” diplomática son indicios de un incalculable desatino en lo que tiene que ver con la política exterior.

Ahora bien, no son solo los ministros los que se descachan. Qué decir del director del Dane, Juan Daniel Oviedo, que se dedicó a mirar el espejo retrovisor y a criticar al Gobierno Santos en lugar de ponerse a trabajar en enmendar los errores que se hubieran podido cometer en cuanto a las cifras del censo. Debería dedicarse a planear cómo utiliza una metodología que le haga obtener buenos resultados tanto a la entidad que dirige como al país y a sus habitantes.

Caso especial requiere la vicepresidente Marta Lucía Ramírez. En su cuenta de Twitter despliega ligereza, falta de tino, desconexión con la gente y un talante uribista recalcitrante que nada bien le hace al país. Mejor que le dé las gracias a Faryd que salió en su defensa.

En fin, como dijimos al comienzo, se nos irían varias columnas en mostrar los errores del gobierno Duque, pero lo que queremos es que estas reflexiones en torno a algunos de sus funcionarios puedan servir para corregir el rumbo, porque si hay voluntad, y si el expresidente Uribe quiere, se puede.

Hay que renovar el gabinete, hay que conseguir personas comprometidas con el país y no con una ideología. La pobreza, el hambre, la delincuencia, la desigualdad, la falta de oportunidades son problemas que no dan espera.

Y hay que tener en cuenta que los errores no son solo de comunicación, como han querido hacerlos ver algunos. No, señores, son problemas de gestión, de gerencia, de capacidad para administrar una nación, un ministerio o un departamento administrativo, entidades que deben ser operadas con pinzas, con filigrana y no al vaivén de las coyunturas política o electorales.

Claro que si el capitán del barco es el que comete los errores, pues es difícil pedirles a los demás que sean idóneos. Duque empezó su gran error aceptándole la presidencia a Uribe y ahí comenzaron sus problemas, porque no estaba preparado, porque, efectivamente, es un aprendiz, porque quizás pensó que manejar el país era como tocar guitarra o jugar cabecitas.

Las embarradas que ha cometido son grandes. Ejemplos sobran: su defensa trillada de la tal ‘economía naranja’ que nadie sabe qué es o para dónde va, y que, incluso, muchos dicen que no sirve para nada; las objeciones a la JEP, el no desligarse del Centro Democrático, el haberse parado de la mesa de negociación con el Eln, el haber nombrado a Miguel Ceballos como comisionado de Paz o el haber dedicado un Plan de Desarrollo a su jefe, el senador Uribe, sin contar con que marchó en contra de su propio gobierno que no ha sido capaz de defender a los líderes sociales.

 

Caricatura cortesía de: @Gartoons_

 

Para rematar las perlas de Duque basta con ver la columna de Óscar Perdomo Gamboa, publicada en este medio, donde muestra, como el autor lo dice,  las cinco más grandes “majaderías” del presidente.

Todo eso debe servir para cambiar. Si las críticas les resbalan al presidente y a su equipo, estaremos absolutamente seguros de que este Gobierno no tiene futuro y que, por lo tanto, el país tampoco.

 

Adenda

Se aproximan las elecciones para alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles. En Bogotá no hay mucho para escoger, pero hay que votar, y a consciencia. Háganlo así, por el que consideren que es mejor, pero tengan cuidado, vean lo que está pasando con Duque…

 

 

Foto cortesía de: Reuters

 

 

( 9 ) Comentarios

  1. Usted cierra la nota periodistica con el broche apropiado, El gobierno no tiene futuro ni el pais con el marrano, porque en los tres años que viene nada va a cambiar, a no ser que Uribe se muera.

  2. Existe un enlace entre Duque y Uribe: el cuñado de este último, que de comerciante exitoso en Medellín pasa a ser la voz del que manda. Todo lo que dice y hace Duque y el » gabinete» se lo dicta el.srñor Moreno. No sé si el cargo será el de super ministro, peto si que es efectivo : el que manda, así sea como títere de ventriculo.
    Duque en el congreso no pasaba de ser un gritón más, que recibís órdenes del jefe para defender las propuestas que torpedeaban el proceso de Paz. En el gobierno tiene el mismo papel, agregando que también tiene que llenar la ambición de Uribe y sus socios. ( Paramilitares y feudales) de ahí que no avancé en nada que tenga que ver con política social, que es la que vende imagen.

  3. ReplyFernando Calvo Sanchez

    Cualquier Colombiana o Colombiano medianamente educado o con experiencia esta aterrado de la ineficiencia en todos ordenes de la mediocridad y la lamboneria, que diran los Embajadores y Gerentes de las grandes y medianas Empresas, dan ganas de llorar !!!!

  4. Malísimo el articulo

  5. ReplyLUIS ALFREDO MEJIA RESTREPO

    A un Subpresidente que depende de las cuerdas del grupo Sarmiento Angulo y de su gestor,AlvaroUribe Velez, no se puede esperar NADA, su corazón esta en las multinacionales y su mente en los viajes.
    Pero no es su culpa, la culpa es de que quienes nos dejamos embaucar y votamos por semejante INUTIL
    No hay mal que dure cien años ni pais que lo resista

  6. ReplyJavier Mejia Duque

    Tal cual.. Así es!!

  7. Faltó mencionar a Carrasquilla y entre todos sus errores el desatino de querer poner IVA a la canasta familiar y aunque se detuvo el proyecto, pudo ponerle IVA a algunos productos, o la forma como han manejado el precio de la gasolina, o la forma como manejaron el precio de medicamentos tratando de volver al sistema anterior al ex ministro Alejandro Gaviria…

  8. ReplyJOSE JAROL EDER BURGOS G

    Recordar que el uribismo no nombra los mejores sino los mas leales para que desde sus posiciones irriguen campañas

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Mauricio Galindo Santofimio
Comun. Social-Periodista. Asesor editorial y columnista revista #MásQVer. Docente universitario. Columnista de LaOrejaRoja.