Federico el Fachito

Opina - Política

2017-03-20

Federico el Fachito

El neofascista y endiosado alcalde de Medellín se ganó el reality de las elecciones y está protagonizando su novela. Interpreta al alcalde de un pueblito de gente tosca y poco educada, al que (al parecer) le importa la ciudadanía, un rol de gobernante arrojado, laborioso, al que le gusta que lo vean, que se la pasa en la calle sin camisa persiguiendo a cualquier ladrón y hace de cada persecución un show mediático. Es por ello que no se le ve nunca sin su ejército de maquilladores, camarógrafos y periodistas que cubren sus hazañas, porque para él lo importante no es lo que hace, sino que lo vean haciendo algo; sí ese algo es útil o no es irrelevante para el alcalde y sus fans.

No obstante sus esfuerzos, Fachito Gutiérrez (o Federico el Fachito, como usted prefiera) es muy mal actor y su interpretación resulta fingida. No cuesta trabajo, excepto si usted es un habitante promedio de Medellín, darse cuenta de que al alcalde no le interesa en absoluto la seguridad o el bienestar de sus gobernados, lo que se comprueba porque no ha hecho más que demagogia con el problema de la contaminación.

La “valentía” que muestra para perseguir ladronzuelos con el ejército no la tiene para poner límite a las constructoras que urbanizan cada centímetro de la ciudad, o a los gordos habitantes de El Poblado, que requieren utilizar un carro cada uno. A la escasa capacidad de entendimiento del Alcalde de Medellín como de sus gobernados, le resulta inaccesible comprender que en la tacita de mugre, como lo diría otro columnista en este medio, muere más gente envenenada por el humo de los carros y las fábricas de los emprendedores paisas (a los que no les interesa otra cosa que llenarse los bolsillos) que por los atracos callejeros.

Pero el problema ambiental no es el único que permite desenmascarar al alcalde, su campaña contra el crimen es tan ficticia como sus persecuciones hollywodescas. ¿Cuántos likes tiene que tener el video de un robo para que el alcalde monte una de sus cacerías? Con esto, me refiero a que al señor Gutiérrez sólo le interesa perseguir aquellos crímenes que le dan prensa, los que le permiten mostrarse muy acucioso, los que acumulan votos, y cuando no logra estar en primera plana, su vieja confiable es que lo amenazaron o descubrieron un plan para atentar contra él.

Lo que no cuenta este Batman de carriel es que en Medellín no se ha hecho (ni se hará) el menor esfuerzo por perseguir a los capos que manejan el crimen: las vacunas, las drogas etc., que esos siguen ahí campantes, vestidos de saco y corbata, aun cuando ya están identificados por la policía, de esos no da razón el alcalde youtuber, porque sabe que la ciudad entera está bajo control de esas organizaciones mafiosas vinculadas a las empresas de seguridad privada y al mismo Estado local. En cada cuadra, de manera visible o no, hay civiles armados que “cuidan”, que administran el espacio público y cobran impuestos, pero no hay nadie que cuide a los ciudadanos de ellos: Medellín es un para-Estado.

Represor como todo fascista, Federico Gutiérrez envía a sus fuerzas oscuras del ESMAD a amedrentar a veinte jóvenes que se reúnen en un parque a discutir de política, esto es, prohíbe las reuniones públicas, derecho consagrado en la Constitución, como cualquier embrión de Videla o Pinochet por considerarlas un peligro para el orden público. Al alcalde de Medellín le gusta mucho el orden pero no la libertad.

En algo son muy coherentes el alcalde de Medellín y sus electores: él es la perfecta representación de la degradación humana de los medellinenses, de su ideología ultraconservadora, de su anti-intelectualismo, de su pensamiento cavernario, folclórico y reaccionario del que sienten orgullosos.

Imagen cortesía de: Smart City Brand

Por último, lo que no le podía faltar a cualquier Fascista-Uribista: su guerrerismo rabioso. Federico Gutiérrez es enemigo agazapado de la paz, su postura pre-plebiscito a favor del SÍ no fue más que una forma de quedar bien con el gobierno nacional, pero sus acciones demuestran falta de compromiso y aversión al proceso de paz. Se opuso a que la ciudad de Medellín fuera centro logístico para la coordinación de las Zonas Veredales Transitorias de Normalización en Antioquia, se opuso a que guerrilleros de las FARC-EP se formarán en pedagogía de paz en Medellín y recientemente celebró la captura arbitraria de un guerrillero enfermo, que se encontraba en la ciudad para obtener asistencia médica y que había salido de su ZVTN con autorización del mecanismo tripartito.

Para acabar de demostrar la disposición para la guerra y no para la paz del señor Gutiérrez, basta con preguntar, por el show montado para buscar a los asesinos de la líder social Ruth Alicia López Guisao, asesinada en Medellín el 2 de Marzo de 2017, y veremos que al alcalde eso le tiene sin preocupación, aunque en realidad considero que se gusta de ese tipo de sucesos. Como buen católico su doble moral es infinita, es el primero en atacar el proceso de paz y será el primero en posar con el papa Francisco, el papa comunista, tercer y más peligroso de todos los anticristos.

Tradicionalmente en Septiembre empezaría el desfile de camiones pagados por la alcaldía de Medellín para esconder habitantes de la calle en otros municipios y que no los vea el Papa, pero como hablamos de la ciudad más innovadora estoy seguro de que el pensamiento de algunos es que sale más barato asesinarlos y para demostrar esto basta hablar con la gente en la calle, o leer los comentarios en la columna de Andrés Ballesteros, que cuestiona al ultra Federico Gutiérrez por su iracunda animadversión a la paz, a renglón seguido las rabiosas y entrenadas tropas defensoras del alcalde dicen cosas como: » Esos hps asesinos la procima vez que salgan debe de darle es plomo, que es lo que merecen esos hps terroristas» refiriéndose a los guerrilleros en proceso de dejación de armas. Omito referirme aquí a la ortografía de los defensores en redes de Fachito Gutiérrez, porque sería un acto de crueldad de mi parte hacia ellos.

¿Cómo hará Fachito Gutiérrez para esconder la densa capa tóxica de contaminación que cubre Medellín cuando venga el papa? ¿Sabrán en Medellín que el papa Francisco ha cuestionado a quienes destruyen el planeta? ¿Qué empresas le pagaron la campaña a Federico Gutiérrez? ¿Compraron con ello el derecho a envenenar el río y el aire de la ciudad? Lástima que no haya quien investigue.

 

Adenda: Cualquier viajero o turista que desee visitar Medellín debería considerar primero los riesgos que ello tiene para su salud y evitar hacerlo. Si usted es una persona con algún nivel de conciencia ambiental no debería venir a Medellín, pues con ello está apoyando a empresarios que talan árboles y destruyen hábitats de especies nativas para construir torres de apartamentos, además de que envenenan el aire y el agua. Al venir a Medellín usted además apoya a una alcaldía que permite, esconde y es cómplice indirecta de tales barbaridades.

Adenda: Si usted es un visitante con algún nivel de conciencia social tampoco debería apoyar con su visita el turismo en Medellín, porque con ello está apoyando la economía de una ciudad caracterizada por la exclusión, la violencia y desigualdad, todos problemas promovidos desde las élites antioqueñas.

Adenda: Esperen próximamente mi columna sobre el gobernador de Antioquia.

 

Rodrigo Rossi