El segundo libertador

4.000 ejecuciones extrajudiciales, 50 mil desapariciones forzadas, 117 mil homicidios, 976 masacres, 56 mil amenazas y 3520 torturas: así fue la seguridad democrática del período de presidencia de Álvaro Uribe.

Opina - Política

2019-10-17

El segundo libertador

Autor: Daniel Alexander Montoya Castrillón

 

Un empresario antioqueño, amante de los caballos y de la política, le prometió a Colombia en el año 2002 el reino soso de la paz y la libertad, ya que le confió vedar el comunismo; y asimismo ya había alcanzado una larga trayectoria como para auspiciar la presidencia de la República.

Entre tanto, la DIA por sus siglas en inglés Defense Intelligence Agency, una agencia de inteligencia norteamericana, en conjunto con otras centrales de inteligencia, reposaban en sus bases de datos alrededor de 104 personas en el mundo catalogadas como delincuentes, criminales y narcotraficantes, entre ellas se encontraban algunos colombianos como Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez (alias Popeye), Álvaro Uribe Vélez y Gonzalo Rodríguez Gacha.

Jhon Jairo Velásquez, en el ranking, se situaba como número 1, y Álvaro Uribe Vélez en el número 82; todo lo anterior se debe al vínculo que tuvo Alberto Uribe Sierra, padre asesinado del hoy senador, con el narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria.

Sin embargo todo no para ahí, ya como presidente de Colombia en el año 2006 se conocieron las ejecuciones extrajudiciales, eufemísticamente, llamadas falsos positivos. Cuando al energúmeno le preguntaron acerca de las desapariciones y, posteriormente, acerca de los cuerpos hallados sin vida de algunos jóvenes en Soacha, disertó: “de seguro, esos muchachos no estaban recogiendo café”.

Pero además, llama la atención que la imprescindible política de seguridad democrática entre los años 2002 y 2010 haya dejado como saldo alrededor de 4.000 ejecuciones extrajudiciales, 50 mil desapariciones forzadas, 117 mil homicidios, 976 masacres, 56 mil amenazas y 3520 torturas.

En suma, podríamos decir que la política de seguridad democrática fue la más malsana, en complicidad con el Estado.

Todo lo anterior son algunos precedentes del doctor Álvaro Uribe Vélez, antes y durante la presidencia de la República.

Por otra parte, Uribe se convirtió en el primer expresidente de Colombia en asistir a una indagatoria, la cual fue presidida por la Corte Suprema de Justicia y tuvo efecto el 8 de octubre de 2019. El expresidente fue indagado por los presuntos delitos de fraude procesal y soborno.

Mientras tanto, algunos simpatizantes no se hicieron esperar, pregonaban, como la fingida hermana carmelita: “Uribe es un perseguido político”, luego, incendiarios hashtag por algunos de sus copartidarios fueron tendencia como: #elsegundolibertador, #UribeesColombia, y #EstamosconUribe.

Lo que sí está claro, es que Uribe dejó de ser innombrable por imputable, de sempiterno por finito, de supraconstitucional por infraconstitucional, en otras palabras, como dijo Daniel Coronell “nadie está por encima de la ley, por muy poderoso que sea”.

Luego, de finalizada la indagatoria, el presidente de la Corte Suprema de Justicia le comunicó al país que el senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, “quedó formalmente vinculado al proceso”, es decir, que seguirá siendo investigado y, finalmente, enjuiciado.

El centro democrático debe respetar la decisión que adopte la Corte Suprema de Justicia, de igual manera la CSJ debe mantener su imparcialidad, y deberá proceder conforme al Estado de Derecho.

 

 

Foto cortesía de: Caracol Radio

 

 

( 5 ) Comentarios

  1. ReplyMaría Elena Tintinago Tascón

    Rezaré, pediré, le encomendare a Dios la protección de los magistrados y testigos, para que éste justo y enjuiciamiento al genocida sea posible y se acaben las alianzas con los dueños de las finanzas en el país, para que Colombia pueda salir de éste estado deprimido socialmente en que nos encontramos.

  2. Excelente información objetiva,e imparcial.
    Me interesó.

    • Y hoy día de elecciones los fanaticos de Uribe seguirán oprimiendo al país porque están cada vez polarizados no reconociendo todo este daño que aún tiene cicatrices en las ví tinas del conflicto más que el mismo daño que hizo las FARC y que por lo menos se encaminó en un proceso de paz y pidió pero a. Este señor sigue engañando a bobos. Hasta cuando vamos a reaccionar con personajes sangrientos como lo dice este reportaje?

  3. ReplyLuz Adriana Rojas O.

    Buen escrito, sin tapados ni Mordaza.

  4. Eso no es de pisarle los callos a un vecino que lo acusan

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Daniel Alexander Montoya Castrillón
Manizales, Caldas. Estudiante de Sociología de la Universidad de Caldas.