El país que a él le pertenece

Hay que ser atrozmente uribista para creer que los profesores desinforman, o sólo los profesores de la Universidad de los Andes o La Sabana están informados.

Opina - Política

2020-01-07

El país que a él le pertenece

Columnista: Juan Sebastián Gil

 

El séquito uribista es uno de los más nocivos fanatismos que he conocido. Son pues, unos pequeños matones de la palabra dispuestos a censurar o deslegitimar a todo aquel que decididamente le nombre al señor oscuro.

El señor feudal

Evidentemente la naturaleza de un modelo económico colonial ha propiciado abandono estatal y sobre todo la regulación criminal de la economía en las regiones del país. Para entender la brecha social del campo en Colombia basta con ver aquel empolvado programa agrario de los guerrilleros de las Farc, que en 1964 proclamó: “una efectiva Política Agraria Revolucionaria que cambie de raíz la estructura social del campo colombiano”. Resulta pues que ni lo uno ni lo otro. Desgraciadamente, ni revolucionaria fue la política agraria de las Farc, ni mutó la política agraria de mentiras de la oligarquía.

Soy un convencido del anacronismo social de mi país, es más, la esencia misma del conflicto armado y social radica en la imposición de modelos económicos que van en contravía al desarrollo social de Colombia.

Acá, paradójicamente, el problema sigue siendo la tierra igual que en aquellas lejanas sociedades feudales. No en vano el gran colombiano es más bien un gran terrateniente; amo y señor de grandes haciendas en Antioquia y el sur de Córdoba, coincidencialmente la región con mayor presencia paramilitar del país. Este señor es además un director de matrices de opinión, o mejor; acá se habla de lo que este siniestro viejito quiera.

 

Uribe y su incesante lucha contra el sentido común

En repetidas ocasiones Uribe se ha enganchado con ciudadanos que le increpan. La más reciente, cuando un joven le dijo: “usted fue mal presidente”. Este virtuoso orador respondió con dos argumentos que me parecen más estúpidos que quitarle tres días de IVA al calendario. El primero fue que estaba muy chiquito cuando era presidente y por eso no sabía ni que había hecho. ¿Esta desfachatez puede ser real? Seguido, uno de los más rimbombantes de su repertorio de eufemismos: “Están muy desinformados ustedes por los profesores”.

La dignidad no es algo que se adjudica al tiempo y esta juventud transformadora ha cargado de argumentos su enfrentamiento al estatus quo, es más, Uribe es tan consciente de ello que en una ridícula jugada montó a Iván Duque por su pinta de joven y bacán. Resultó ser que esta juventud está cada vez más llena valentía e Iván cada vez más lleno de miedo.

Es increíble pensar que fue él quién escribiese en 1998, cuando no tenía ni canas ni apodo de marrano, una columna titulada “Los pecados de Uribe”, en dónde este impúber escribió: “… y Uribe es identificado como un escudero de las Convivir, es decir, una expresión clara de la extrema derecha colombiana, que concibe la paz únicamente como la victoria militar sobre los alzados en armas.”

Con relación al tema de los profesores, pues cierto es que los profesores son importantes en el debate académico, imagino que lo tiene claro este vejete estudiado en la Universidad de Antioquia, una de las mejores universidades públicas de país, con mejores índices en temas de investigación y que, después de la Nacional, es la que más estudiantes recibe cada año, dándoles la oportunidad de fugarse de la violencia estructural perpetuada por la gente de bien.

Sin embargo, hay que ser atrozmente uribista para creer que los profesores desinforman, o sólo los profesores de la Universidad de los Andes o La Sabana están informados o, ¿se le tiene que resbalar a uno la intransigencia para dar clase? A los profesores mi más profunda admiración y recuerden que enseñar y no luchar por un mejor país es una contradicción pedagógica.

 

Si matan a Monsalve ¿Qué supone uno?

A propósito de Uribe, espero que mis lectores recuerden a Juan Guillermo Monsalve, exparamilitar que está preso en la cárcel La Picota y es testigo clave en el caso que relaciona a Álvaro Uribe con la creación del grupo paramilitar “Los doce apóstoles” en la hacienda Las Guacharacas, que fue propiedad de la familia Uribe Vélez desde 1987.

Monsalve fue victima de un primer intento de homicidio mientras estaba recluido en Combita, donde fue apuñalado, después de eso, lo trasladaron a Bogotá donde intentaron envenenarlo con un veneno tan sofisticado que no se consigue en Colombia -por lo que no paga IVA de 19%-.

Después de ese segundo intento lo trasladaron a las casas fiscales que están dentro de la cárcel, en las mismas que se encuentra Andrés Felipe Arias, lugares que están llenos de comodidades que poco inquietan al Inpec.

Hoy resulta que sí es incómodo, y a raíz del hallazgo de objetos no permitidos como televisores y video juegos, se ha puesto en consideración trasladar de ubicación a Monsalve. Esperaría uno que el Inpec no disminuya las estrictas medidas de protección que la Corte Suprema de Justicia tiene establecidas para él, entre los que se encuentran cocinar su propia comida.

No sería la primera vez que asesinen a un exparamilitar que atestigüe contra el expresidente; conocido es el caso de Francisco Villalba, quién dirigió la masacre de Aro y después de declarar en contra de Uribe fue asesinado mientras gozaba del beneficio de casa por cárcel. Finalmente, si matan a Monsalve, ¿qué supone uno?

 

( 1 ) Comentario

  1. El autoproclamado gran paracolombiano alvarasco uribestia vellaco narco#82 y su secta política del CD= Centro Delinquir, son los más grandes males que tiene esta inviable nación, ignorante, sin identidad, sin memoria histórica, fácil de manipular para sus mezquinos propósitos. Es hora de quitarnos este karma y la única forma es ignorarlos por medio del voto consciente y valiente contra la ignominia.

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Juan Sebastián Gil
Estudiante, periodista, investigador y lector.