El incidente Ramos y la manipulación mediática

Resulta que en América Latina la búsqueda en la basura de residuos alimentarios no es ninguna noticia, por el contrario, es el panem nostrum quotidianum de estas sociedades.

Opina - Medios

2019-02-28

El incidente Ramos y la manipulación mediática

Hay gran revuelo en los medios porque dizque a Jorge Ramos, un ícono del periodismo manipulado, lo confrontaron en Venezuela.

Esa situación es interesante porque permite formular algunas apreciaciones acerca de la labor del periodista y de los valores que, como tal periodista, debe ostentar.

El video confiscado a Ramos, según parece, hacía alusión a unos niños venezolanos que estaban escarbando en las basuras en busca de comida. Gran hallazgo del asalariado de CNN.

Pero resulta que en América Latina la búsqueda en la basura de residuos alimentarios no es ninguna noticia, por el contrario, es el panem nostrum quotidianum de estas sociedades.

Ojalá Jorge Ramos viniera a Colombia, concretamente a Medellín, para que se diera gusto haciendo filmaciones semejantes o, aún, más dolorosas.

Los niños, pero no solo los niños, sino los adultos, los jóvenes, las mujeres, de diferentes condiciones, aspectos y sitios en esta adolorida región, tienen que escarbar en las canecas de basura en busca de algo qué comer.

En Cartagena la gente indigente tiene que luchar a brazo partido para que, en las carnicerías, les permitan acceder a un hueso o a un tendón pelado, como única fuente de alimentación proteínica.

Y esa situación no es consecuencia del régimen, bueno o malo, de un gobierno como el de Maduro. Es el resultado de una sociedad de mercado, de una sociedad que basa su éxito en los mayores índices de utilidad. Es el capitalismo el que ha generado estas pestes.

Y si en Venezuela, que pretende ser socialista, también se dan, no nos cabe duda de que también se trata de una consecuencia del capitalismo, pero además del bloqueo miserable a que los ha sometido la primera potencia político-militar-industrial y económica del mundo.

Venezuela ha luchado sola contra el bloqueo y el embargo. Ningún país de América Latina, excepto Cuba y Bolivia, les ha tendido la mano.

No solo porque el capitalismo imperialista de los Estados Unidos de América ha puesto todos sus buenos oficios para bloquear y fastidiar el buen desempeño económico de los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, sino porque es consecuencia natural y directa de una economía en la cual el logro máximo, la ganancia, la utilidad, son el ideal y el deber ser.

Quien lea a un autor norteamericano, poco sospechoso de castro-chavizmo, además premio Nobel de literatura, como John Steinbeck, en su obra Las uvas (o viñas) de la ira, entenderá que es el sistema capitalista el que genera esas situaciones asaz miserables de personas hambrientas, mútilas, irredentas en su doliente miseria.

Que haya niños rebuscando en los basureros en Venezuela no es ningún hecho nuevo, extraordinario, ni aislado. También los hay en Colombia, los hay en el Chile del pretensioso Piñera sucesor ideológico de Pinochet y, peor aún, los hay en los propios Estados Unidos de Norteamérica.

El problema no radica en ello, sino en la utilización mediática que se hace de esos niños basuriegos.

Jorge Ramos es un profesional serio. Le hemos conocido trabajos encomiables. No obstante, es un sujeto proclive al aplauso fácil y a una enfermedad que yo caracterizaba hace poco en otra columna como el vicentismo: ir para dónde va la gente. Es que es tan fácil ir para dónde va la gente, decir lo que la gente quiere oír, mostrar lo que la gente quiere ver.

Lo difícil es ir contra corriente, mostrar otras perspectivas, auscultar otras visiones, otear otras miradas. A eso sí no se le miden nuestros colegas facilistas. Es muy bueno, muy encomiable el fácil aplauso, pero muy incómoda la confrontación y la crítica

Ramos, como otros personajes del periodismo y la farándula latinoamericana, han incurrido en esa tendencia del vicentismo que les autoriza a hablar mal del que está de moda. Pero es que Ramos, al fin y al cabo, es un ganapán de los medios gringos. Él vive de eso, qué le vamos a hacer.

Pero, para un profesional, para un periodista serio, sería una verdadera vergüenza cosechar palmas y aplausos afincados en la manipulación de unas imágenes y unos sonidos, solamente para congraciarse con una muy discutible mayoría.

Ojalá el periodista cabal que hay en Jorge Ramos, ese que hemos conocido y admirado, se sobreponga al Jorge Ramos mediático y farandulero, pues el primero le hace mucha falta a nuestra sociedad latinoamericana. Pero el segundo nos está sobrando en demasía, hace tiempos.

 

 

 

( 2 ) Comentarios

  1. Respeto su opinión pero no la comparto..Es cierto en muchos países del mundo se vive el hambre y la miseria,pero si se trabaja en cualidades oficio algo de dinero habrá para comprar comida..El problema de Venezuela es que no hay comida donde comprar,dirá usted que es por el bloqueo económico,el chavismo lleva 20 años y convirtió un país rico en todos los recursos en un país pobre lleno de indigencia.. Mientras los gobernantes son millonarios..Feliz día señor Armando.

  2. Conseguir una imagen como periodista independiente en America Latina no es facil. Me atrevo a decir que en casi ninguna latitud. Desde que se oficializo el periodismo como el cuarto poder(hoy la religion esta despues) se han efectuadio metamorfosis en algunos personajes que pasan por el simple hecho de no «patear la lonchera», hasta reclamar prebendas y negocios facilisimos con los detentadores del poder politico. Tengo la impresion que con este ilustre periodista es asi, en colombia lo estimamos porque tenemos en la retina la «cantada de tabla» al innombrable, sin embargo no le vi nada con el presidente Peña Nieto quien era ficha de Slim y este a su vez socio de la cadena para la que trabaja el susodicho periodista. No tengo memoria si le hizo una entrevista a Mujica o cuestiono a Bolsonaro. Tan solo ejemplos de la labor profesional del personaje. Hoy que los gringos quieren a Maduro fuera, se aparece el periodista a entrevistarlo y para enervarlo le hace saber que ha grabado a la gente comiendo de la basura. Lo demaas es historia, Maduro con los chafarotes que lo escudan, lo retiene unas horas, la cadena noticiosa arma el escandalo y se habla del material perdido. Objetivo conseguido. La calificacion de Maduro perseguidor de la prensa confirmada. La tirania en Venezuela es un hecho y los Uribes y Guadios servilmente mueven la cola al amo gringo .
    No se si se fijaron como uno de los que comia de la basura tenia un plato organizado como en restaurante, el otro comia con fruicion y ninguno se veia como nuestros famelicos habitantes de la calle.

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Armando López Upegui
Historiador, Abogado, Docente universitario y Maestro en Ciencia política.