Colombia: un país de subsidios e impuestos

No hay desigualdad más grande que aquel que sin esfuerzo alguno recibe todo de aquella que con empeño lo trabaja.

Opina - Economía

2017-10-15

Colombia: un país de subsidios e impuestos

Como característica principal que se podría destacar de los colombianos es su pésima memoria, tan ágil para olvidar todos los acontecimientos de un día para otro como si fuese un gran truco de magia. Por las calles escuché, como si de un militante de la oposición se tratase, “Colombia está a solo unos pasos de ser Venezuela”, me detuve y me di cuenta que ya muchos habíamos olvidado el gran terror que nos producía que, gracias a las FARC tuviésemos que atravesar una crisis de esa magnitud.

¿Pero qué tan cierto puede ser? ¿Qué tan cerca estamos de ser como aquellos “chamos” ? Una de las principales razones por la decadencia de Venezuela, dicho por los propios venezolanos, era la mala costumbre que el Estado les consagró a darles absolutamente todo, aplicando un socialismo que mas tarde que temprano se quedó sin bases económicas para sostener a su flojo y arrimado pueblo; subsidios como “Madres del barrio” donde por cantidad de hijos a cada mujer se les daba dinero, el no cobrar impuestos por inmuebles adquiridos, y la gran figura de la expropiación, por ser todo perteneciente al pueblo.

Pero si por allá llueve por acá no escampa, la Corte Constitucional Colombiana a través de la Sentencia T-623/16 define los distintos subsidios: “El subsidio es una prestación social pagadera en: (i) dinero, (ii) especie y (iii) servicios a los trabajadores de menores ingresos, en proporción al número de personas a cargo y su objetivo fundamental consiste en el alivio de las cargas económicas que representan el sostenimiento de la familia como núcleo básico de la sociedad

Según Planeación Nacional el Gobierno en 2015 invirtió 72 billones de pesos sin progreso alguno en reducción de pobreza y desigualdad, esto equivale al 33.3% del presupuesto general y la pobreza cerró con broche de oro pasando de 0.522 en 2015 a 0.517 en 2016 ¡QUE AVANCE TAN ABISMAL!

Según la misma fuente consultada, en nuestro mágico país existen 62 programas de subsidios sociales en los cuales se destacan aquellos para promover la educación, la nutrición infantil, salud, pago de servicios públicos y demás, haciendo el salvamento de que 1 colombiano puede tener acceso a todos los subsidios que sean necesarios “según él”.

Es normal encontrar en cualquier hogar colombiano que estos son beneficiados con pertenecer al SISBEN (Salud Gratis), Familias en Acción (Incentivo para el sostenimiento de la familia), Jóvenes en acción (Beneficio para jóvenes que estudien en Universidades Públicas), y continuará. Usan tácticas que como las tilda el actual Ministro de Salud Alejandro Gaviria son deplorables: “Existe una gran relación entre el programa Familias en Acción y el incremento de embarazos para tener más niños y, por esa vía, obtener más plata del Gobierno” ¿No muy lejos a Madres del barrio, cierto?

Para ponerle la cereza al pastel se ha demostrado que estos programas son ineficaces en reducir la pobreza gracias a que el 20 por ciento de la población de mayor ingreso recibe el 50,8 por ciento del total de subsidios, mientras que el 20 por ciento más bajo recibe tan solo el 4,3 por ciento, de ahí la iniciativa de reformar todo el Estatuto de subsidios para una mejor inversión, y depurar las bases de datos porque hasta gobernadores con puntajes bajísimos en SISBEN y con hijos estudiando en la Universidad de Los Andes beneficiados gracias al programa Ser Pilo Pago (Otra mala idea del gobierno, que debe ser reformado por tanto desangre que le causo a las Universidades Públicas).

Estamos lejos de ser Venezuela, pues el sustento económico de tantas ayudas son la cantidad de impuestos que pagamos los colombianos por cada tres pesos que recibamos, dividiendo la nación en dos grandes grupos “Los contribuyentes y los beneficiados”, pero si bien dijo aquel loco a voz populi también estamos a solo un par de pasos de serlo, no porque las FARC nos impusieron su castro-chavismo sino gracias a que la flojera se está apoderando de nuestro pueblo, las ganas de que todo sea regalado y el no importarnos desangrar el país.

¿Quién fuese bobo para pagar salud contributiva si un gran amigo mío me afilia al SISBEN? ¿Sé que Familias en acción es para el sustento del hogar, pero también necesito ropa nueva, cierto que es justo?

No hay desigualdad más grande que aquel que sin esfuerzo alguno recibe todo de aquella que con empeño lo trabaja, es el dinero de toda la nación el que se está mal gastando, y no porque se le invierta a la salud o educación. Pero si malgastado por aquellos sin conciencia alguna que prefieren tomarse un par de chelas que hacer lo correcto, que mitigar la pobreza, educarse para acabar verdaderamente y de la raíz la desigualdad ¿Se está tirando la plata al mar?

 

( 2 ) Comentarios

  1. La cruda y fría realidad.

  2. Se le olvidó mencionar al AIS, el fomento a los cineastas, el apoyo descarado a las universidades privadas. Sin mencionar, la cartelización de la contratación, el clientelismo político, el CVY, los casos de nombramientos mutuos, la preclusión en la justicia, la casa por cárcel y los carruseles en los puestos de dirigencia nacional para hacer mandados a las grandes empresas. El subsidio al etanol, al vino,a la cerveza y a los tragos finos. El subsidio a las multinacionales en las zonas francas y a los pactos de seguridad tributaria. Faltaron unos cuantos.

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Camila Garcia
Nacida en Valledupar un 25 de Mayo; estudiante de Derecho, amante de la buena música, de la juventud y su papel político, del medio ambiente y su protección; Perteneciente a la Sociedad de Debate Carlos Gaviria y Grupo Cultural Raúl Gómez