Asonada por Hidroituango

¿Pagará la ciudadanía antioqueña y nacional, a través del disfraz del incremento de tarifas, el desastre de Hidroituango? ¿Los responsables pagarán algo?

Opina - Política

2019-09-24

Asonada por Hidroituango

Autor: Néstor Niño

 

Hoy el desespero electoral ablanda las diferencias y, como la cosa más natural, se empiezan a cocinar las alianzas y los acuerdos, sin duda, casi todos más malsanos que benévolos, por debajo de la mesa y con un objetivo muy particular: no perder las zonas de privilegio político y seguir en la repartija burocrática.

Hay que agregar que son acciones que no tienen nada que ver, con las coincidencias de tipo programático que cada campaña expresa ante la opinión pública, en sus preámbulos proselitistas. Todo esto, para enfocarnos específicamente en la alianza entre el partido de la U y el Centro Democrático de la capital antioqueña, la cual pareciera obedecer a una jugada muy particular y, a la vez vulgar, de las costumbres rancias de nuestra clase política, como lo sugiero anteriormente. Quedaron atrás las grotescas acusaciones del pasado inmediato y los descréditos entre estos actores conocidos, dejando lívida y firme la herrumbrosa frase: ¡El enemigo de mi enemigo es mi amigo!

Todos conocemos que este proverbio dibuja fielmente la estratagema en que dos partes rivales, cuando tienen un enemigo en común, pueden trabajar en un escenario de enemistad íntima, para derrotar a un tercero que, a la postre, amenaza con derrumbar todos los beneficios de las partes asociadas.

Claro que esto no es nada nuevo, ya que en las áreas de interés geopolítico del mundo podemos recordar, por ejemplo, el capítulo de la Segunda Guerra Mundial, donde naciones de rigidez capitalista, unieron esfuerzos con la Unión Soviética del entonces, para contener el tercer Reich de la Alemania Nazi. De forma contraria, ocurrió poco después cuando se engendró la Guerra Fría; sin embargo, no todos estos esfuerzos transitorios y provisionales de las diferencias, se efectúan por actos altruistas o por la mera importancia del bien común, también se hacen para proteger culpabilidades expresas y hechos que afectan a las sociedades y que obligan a los diversos figurantes a pactar alianzas sórdidas y secretas, en una complicidad perversa.

En todo caso, en Antioquia no solo podrían estarse definiendo los jugosos procesos contractuales, puestos de trabajo y cargos directivos, también y, de manera muy discreta, estaría en juego el proyecto más grande de la historia de Colombia, casi o igual proporcionalmente al proyecto Metro de la capital del país.

¡Sí!, me refiero al proyecto hidroeléctrico Hidroituango, presa que al día de hoy lanza un velo gris y cuestionable sobre el emprenderismo paisa y, que según las declaraciones de la Contraloría General de la República, en cabeza del vicecontralor general, Ricardo Rodríguez Yee, esta megaobra presenta serias irregularidades, que según nuestras interpretaciones, no la hacen técnica ni financieramente viable para su desarrollo.

Algunos medios hablan de pérdidas por 4 billones y otros hablan de 5, además se aclara que el proyecto para empezar a arrojar balances positivos tendría que funcionar más de un siglo, y otros aseguran que necesitará unas décadas, con el agravante que la vida útil de estos sistemas es de 50 años, debido a la erosión mecánica de los materiales; todo esto según pronósticos de los expertos.

Lo cierto es que los candidatos tocan el tema con pinzas, ya que es tan sensible que podría traer consigo el conocido costo político; recordemos que hace unos días la prensa en titulares grandes afirmaba que la aseguradora Mapfre cubriría la contingencia del proyecto por 4 billones de pesos; lo que no estuvo claro, es si los cubriría en su totalidad, pues de no ser así, quedaría la sospecha de por qué estos titulares fueron expuestos días antes de que los informes detallados de la Contraloría General de la República salieran a la luz pública.

¿Sería por mitigar y minimizar el impacto político en las elecciones regionales, en contra de los candidatos del gobierno? ¿De ser parcial el cubrimiento de la póliza, quién pagará eventualmente los costos de las improvisaciones, corrupción e irresponsabilidades efectuadas?

¿Pagará la ciudadanía antioqueña y nacional, a través del disfraz del incremento de tarifas? ¿Los culpables directos de este posible fracaso de la megaingeniería, pagarán con su pecunio y su libertad?

Pues es acá mismo, donde este escrito cobra validez en su insinuación, ya que todos conocemos que grandes personalidades de la política nacional, han hecho parte activa de este megaproyecto y en el momento podrían discurrir muchas opciones; entre la lavada de manos habitual, el encubrimiento o torpedeo mediático hacia la justicia, para no dejar camino libre hacia los verdaderos culpables y, finalmente, el manejo de masas en las jurisdicciones involucradas, para debilitar un poco los reclamos sociales.

Se debe obligatoriamente agregar, que este periplo de miembros de la clase política, según investigaciones, se apertura desde el año 1997 y son: Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, Sergio Fajardo, Luis Alfredo Ramos, Alonso Salazar, Aníbal Gaviria, Federico Gutiérrez y Luis Pérez.

¡Apreciados lectores! Finalizando el escrito, sería imposible que no pudieran notar los hechos que fecundan estas desfavorables alianzas a última hora y con objetivos que podrían ser nefastos para la región, Pues seguirán bajando angustias por las corrientes del río Cauca, seguirá el medio ambiente reclamando su lugar preponderante y seguirá el agónico pasado de las masacres y sus desaparecidos, pidiendo respeto por su verdad; pero la pregunta central es: ¿Seguiremos alimentando con nuestro voto a la bestia que nos está devorando?

 

Fotografía base cortesía de Hidroituango.

( 1 ) Comentario

  1. Esperaba encontrar un escrito lleno de detalles técnicos que demostrarán el título y encabezado y no la basofia política llena de descalificativos por el simple hecho de no comulgar con el ideario de los promotores del proyecto.

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Néstor Niño
¡Todo es un milagro! Escritor y convencido de que Colombia podrá ser una nación más ecuánime y justa para todos