21 de septiembre, fiesta democrática del sindicalismo colombiano

Se espera que los promotores del voto incoloro sean también blanqueados de las direcciones sindicales por acción de la voluntad popular.

Opina - Política

2018-08-30

21 de septiembre, fiesta democrática del sindicalismo colombiano

Con un panorama político, económico y social claroscuro, jugadas las cartas en las legislativas (11 de marzo), presidenciales (25 de mayo y 17 de junio) y consulta anticorrupción (26 de agosto), el turno es para el sindicalismo colombiano. Su fiesta democrática se realizará el próximo 21 de septiembre, dando cumplimiento a un proceso que estatutariamente debe darse cada cuatro años, en mora pues las últimas elecciones fueron en 2013, pero, negociaciones de pliegos laborales y el paro de maestros de 2017, como también el electoral año 2018, produjeron su aplazamiento.

La jornada electoral permitirá elegir dirigencias, trayectorias, liderazgos y discursos que mejor representen e interpreten los desafíos a enfrentar en el inmediato futuro. El pulso lo librarán las fuerzas de izquierda por controlar las principales organizaciones sindicales, la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT) nacional y departamental con 500 mil afiliados, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), miembro de la (CUT), la cual cuenta con 220 mil maestros y las juntas directivas de los 32 sindicatos filiales de Fecode.

Es innegable la incidencia social de Fecode, pues representa los intereses de un sector estratégico de la sociedad. Cabe decir, que está unificado alrededor de la defensa de la educación pública (científica, de calidad, gratuita y financiada por el Estado), atiende a una población de ocho millones de niños, niñas y jóvenes y a cerca de siete millones de padres de familia, además, es el sindicato más grande del país.

La postura adoptada por algunas tendencias políticas en las últimas elecciones a Congreso y presidenciales sembraron entre las bases sindicales cierto inconformismo. En la CUT, Fecode y los sindicatos filiales se manifiestan todas las tendencias: Polo Democrático en múltiples expresiones (Moir, Polo Social, Unidad Democrática, etc.), Progresistas o Decentes de Petro (Magisterio Humano), Marcha Patriótica de la Fuerza Alternativa del Común (FARC), Partido Comunista, verdes, liberales, conservadores, cristianos, etc. De manera que ante el equilibrio de poderes que siempre ha imperado, es menester esperar alianzas y acuerdos para asegurar las mayorías que elegirán los cuadros de dirección.

Sin duda, el reciente proceso político será un referente para el análisis, debate y reposicionamiento de las distintas fuerzas políticas tradicionalmente hegemónicas, de cara al tetrauribista gobierno de Duque, en el que la clase trabajadora no guarda ninguna expectativa favorable, por el contrario, tiene claro que sobre ella “caerá palo”, obligándola a hacer lo que siempre ha hecho con majestuosidad y resiliencia: Resistencia, Unidad, lucha y movilización social.

¿Podrá la voluntad popular elegir nuevas dignidades sindicales? Seguramente sí, urge la democracia y la renovación. Rostros y perfiles fueron develados en las pasadas elecciones, identificados plenamente sin maquillajes ni máscaras, de ahí el clamor renovador, se rechaza el atornillamiento en los órganos de dirección porque frena la democratización sindical, no se puede comulgar con la vigencia de los caminos expeditos y puertas giratorias que van de los sindicatos filiales a la CUT, Fecode y viceversa una y otra vez (lo mismo que hace la clase política tradicional cuando pasa sin ruborizarse de lo público a lo privado), no más dirigentes sectarios, radicalistas, y fundamentalistas, casados únicamente con sus intereses egoístas y protagónicos; es imperativo un ejercicio sindical que dé ejemplos de transparencia, ética, honestidad y lucha frontal contra la corrupción (tan criticada y muy poco practicada).

No podemos olvidar el histórico arrinconamiento de las castas políticas, que fuimos opción cierta y seria de poder, demostramos que sí es posible el cambio en Colombia por vías democráticas, no somos perdedores, los verdaderos perdedores fueron aquellos que se negaron (por conciencia, conveniencia o engaños) a vivir el cambio, hoy los anuncios desesperanzadores del Duribismo (Uribismo duro y puro) empieza a despertar los engañados (la mayoría), ¡qué pesar!, es muy tarde, el daño está hecho.

Nos sigue doliendo la postura resquebrajante de los líderes de izquierda promotores del voto en blanco, acto egoísta, suicida, ciego, nomeimportista, antipopular. No se entiende cómo alfiles del voto sin color, salen a decir en las redes sociales al día siguiente del triunfo de López Obrador en México «sí es posible derrotar al sistema», entonces ¿Por qué no le pusieron color, alma y conciencia a su voto en Colombia?, ¿Si era inane, por qué lo promovieron entre las bases?, ¿A qué jugaban?

Así mismo, como quien no quiere gobernar debe ser gobernado, se espera que los promotores del voto incoloro sean también blanqueados de las direcciones sindicales por acción de la voluntad popular. Su cinismo no tiene límites, con la andanada regresiva del nuevo gobierno empiezan a darse golpes de pecho pregonando «enfrentar el nuevo régimen» ¿Acaso no sabían que esto vendría? ¿Con qué cara piden confrontarlo? ¡por supuesto hay que hacerlo en masa! Se pudo haber evitado que llegaran al poder ¿Por qué no jugársela toda por la Colombia Humana y cogobernar con ella?

De seguro, un gobierno alternativo hubiese jugado un rol protagónico y de compromiso total para poner en cintura la corrupción, tuétano del sistema.

El gatopardismo sindical es nefasto, esta estrategia consiste en hablar y luchar por cambios retóricos para evadir los cambios reales, radicales, es repudiable la canalización y el aprovechamiento del inconformismo general para hacerlos sempiternos e insolubles, es un atentado al bienestar general que tanto se ufanan de representar y defender. Si validan la crítica y realizan autocrítica, tendrán que aceptarlas y aprender las lecciones.

Sabemos que a pesar de la disciplina canina que predomina en ciertos grupos de izquierda, muchos maestros (caso Fecode) no acataron la directriz del voto sin color, fue una decisión de arriba hacia abajo, inconsulta con las bases, irrespetuosa, olvidó que el maestro es “un sujeto epistémico”, es decir, un sujeto con capacidad de pensar, criticar, decidir y proponer autónomamente, sabiamente resaltado por el insigne caribe Nacho Herrera.

Obviamente que los verdaderos enemigos del sindicalismo están por fuera de él, traspasan sus fronteras, están en otras orillas, no pernoctan entre nosotros, por ello necesitamos organizaciones fortalecidas, conectadas entre sí y en mancomunidad con los demás sectores sociales profundamente amenazados como los comunales,educadores, estudiantes, campesinos, obreros, ambientalistas, animalistas, cristianos, líderes sociales, opinión pública en general, entre otros.

El movimiento se demuestra caminando, la lucha luchando, con unidad, en el respeto por la diferencia y la diversidad, con pluralismo ideológico, con dirigencia sindical visionaria, democrática, humana, con sapiencia, probados en el fragor de las luchas, que escuchen el sentir, latir y respiro de sus bases, coherentes con los deseos e intereses del gremio y el país, en definitiva, una nueva fuerza que renueve y fortalezca las organizaciones sindicales en pro de una Colombia soberana, incluyente, con justicia social y en paz.

 

( 6 ) Comentarios

  1. Buenas noches, soy una de las inscritas para la Junta directiva del SUDEB, totalmente independiente, del estatuto del 1278 y ademas mujer, que posibilidades hay de realizarme una entrevista para que conozcan la nueva posturaq del magistero frente al sindicalismo.

  2. ReplyManuel BATISTA JINETE

    ValioValioso análisis, pero no aclara responsabilidad, lo cual lo hace generalizante e inintendible, sobretodo por quienes desconocen los intríngulis del movimiento sindical.

    • ReplyGustavo Adolfo Carreño

      Solo quise entregar algunos elementos para el análisis, debate, la sana controversia y enriquecimiento de la misma. por la categoría de los sujetos involucrados (maestros), propongo un jornada política sindical con altura, argumentada y propositiva.

  3. Sea serio, eso un artículo para promover la democracia sindical o para despotricar de quienes optamos por votar en blanco?. Se le recuerda que uno de los principios democráticos es la libertad y esa libertad también es de decir cualquiera de las opciones o ninguna de ella. Que para usted valga votar por el menos peor no significa que para los demás que hemos luchado por que nuestra sociedad cambie también lo valga, recuerdo hace cuatro años donde salieron con el mismo cuento a votar por santos y luego nos tocó salir a las calles a pelear, pero la gente le decía a uno, quién los mando a votar por santos?

  4. ReplyLic. Yoeignis Martínez Téllez

    Ahora entiendo mejor el asunto. Gracias profe.

  5. Este escrito me hace recordar la frase de Simone de Beauvoir «el opresor no sería tan fuerte sino tuviese cómplices entre los propios oprimidos»
    Pero también encontre estas citas bíblicas que refuerzan esta idea escrita del autor
    «Que no te extrañe ver países donde a los pobres se les maltrata y no se les hace justicia. Esto sucede cuando a un funcionario importante lo protege otro más importante, y cuando otros aún más importantes protegen a estos dos.
    Sin embargo, te dirán: <>.
    Eclesiastés 5:8-9 [TLA]
    Todo esto ocurre en este mundo sin sentido humano, si lo analizan bien, «porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.»
    1 Timoteo 6:7 [RV60]
    Esto no quiere decir que dejemos aún lado la justicia y dejemos.hacer lo malo, esto significa «No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.»

    Gálatas 6:9 [RV60]

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Gustavo Adolfo Carreño
Economista, Magister en Desarrollo y Cultura, Amante de la filosofía, librepensador caribeño, educador.